La importancia del bocetaje
- Anibal Villa Álvarez
- 11 may 2016
- 2 Min. de lectura
En el proceso de diseño existe una importante herramienta, entre la conceptualización y la ejecución, de gran ayuda para hacer tangible la solución buscada.

El diseño gráfico es una actividad orientada a la solución de problemas de comunicación visual y como tal implica un proceso de análisis y síntesis. En este proceso se toman una gran cantidad de decisiones que tienen un impacto directo en la apariencia y funcionamiento del producto final. En cada fase del proceso se utilizan diversas ayudas visuales que facilitan, tanto al diseñador como a su cliente, la definición de conceptos, la selección, comparación de alternativas estéticas y prototipos. En su libro Graphic Design Thinking: beyond brainstorming, Ellen Lupton menciona varias técnicas relacionadas con el uso de dibujos, no sólo en la etapa de generación de ideas sino también en la definición de la forma.
Precisamente en una importante fase del desarrollo entre el concepto y la forma, se encuentra el boceto, una herramienta indispensable que permite materializar lo antes se encontraba únicamente en la mente del diseñador. En los contextos digitales, el storyboard para la narrativa audiovisual y el wireframe para la interactividad cumplen esta misma función.
Se ha visto recientemente una tendencia a obviar el proceso de bocetaje y pasar directamente a la ejecución, argumentando que no hay tiempo para ello o que se carece de las habilidades necesarias para llevarlo a cabo. Esta mala práctica tiene los siguientes efectos:
El valor percibido del diseño disminuye considerablemente pues, en muchos casos, los clientes llegan a pensar que las soluciones de diseño se generan «mágicamente», con un programa y no con la experiencia de quien diseña.
El tiempo de desarrollo de un proyecto puede alargarse indefinidamente cuando se producen alternativas de diseño que se habrían mostrado inviables desde el proceso de bocetaje o que no cumplen con los objetivos de comunicación.
En la apariencia estandarizada de algunos diseños actuales, los resultados finales dependen más de los paquetes de software utilizados que del proceso de experimentación que se presenta en la fase de conceptualización mediante el uso de los bocetos.
Es muy sencillo comprobar que los mejores proyectos de diseño han surgido de bocetos más o menos detallados, en los que se aprecia cuél es el concepto que se convertirá, después de múltiples iteraciones, en la propuesta final. Sólo hace falta visitar sitios como Behance para darse cuenta de la importancia de esta herramienta, sin importar si el diseño es una marca, un sitio web, un aplicación móvil o una ilustración.
Tomado de www.foroalfa.org
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